Bombera profesional, adiestradora de perros, voluntaria y madre devota de su hija de tres años, Kelly encontró tiempo para sentarse a charlar un rato y compartir un vistazo a su ajetreada vida.
Cuando no está de servicio salvando vidas, Kelly dedica su tiempo libre a adiestrar perros y apoyar a asociaciones de animales. En los últimos años, ha completado numerosos programas y cursos de formación, reforzando aún más sus compromisos profesionales y personales. Sin embargo, a pesar de todos sus logros, sigue siendo extraordinariamente modesta y realista.
Cuando le pregunté si su trabajo la hacía sentirse importante, su respuesta fue sencilla y contundente: "Simplemente hago lo que todo el mundo debería hacer: ayudar a los demás".
La historia de Kelly es una historia de fuerza silenciosa, profunda compasión y un compromiso inquebrantable de ayudar a los demás. Ya sea salvando vidas como bombero, adiestrando perros o criando a su hija, lo hace todo con gracia, humildad y corazón.
Orígenes de Kelly
Nacida en Francia, Kelly se trasladó a Portugal con sus padres a los cinco años. Más tarde, estudió Biología con especialización en Biomedicina en la Universidad de Algarve, y poco después de terminar la carrera, pasó siete años viviendo en Liverpool, Reino Unido. Su profundo amor por los animales nunca se desvaneció. Orgullosa madre de cuatro perros, comenzó su andadura en el cuidado de animales como voluntaria en una perrera, donde su pasión se convirtió en profesión. Con el tiempo se convirtió en empleada, aprendiendo todo lo relacionado con el cuidado de los perros -desde los procedimientos básicos hasta la rehabilitación- y ayudando a perros en malas condiciones a convertirse en compañeros sanos y adoptables.
Tras regresar a Portugal y pasar casi dos años en casa cuidando de su hija, Kelly sintió que había llegado el momento de buscar un nuevo reto, pero tenía que implicar un trabajo significativo. Fue entonces cuando se abrió una oportunidad única en Bombeiros Portimão, que por primera vez contrataba profesionales a tiempo completo en lugar de depender únicamente de voluntarios.
Tras su entrevista, en la que conocieron los antecedentes de Kelly, quedó claro que era la persona adecuada. Lo que siguió fue un intenso año de formación y certificación.
Ahora puede ayudar a personas en todo tipo de situaciones. Aprendió a manejar situaciones de emergencia, desde rescates en el mar hasta incendios y evacuaciones de rascacielos. También tienen un equipo especializado en situaciones con sustancias químicas peligrosas, por si ocurre algo grave en la zona. Kelly también está capacitada para acceder a vehículos si alguien queda atrapado en su interior. Se convirtió en "bombeiro" -palabra portuguesa para bombero- plenamente cualificado y forma parte de un equipo K9 (canino) de búsqueda y rescate. Pero, como dice Kelly, "El aprendizaje nunca termina. Estamos constantemente haciendo más formación, y siempre tenemos que estar al día de cualquier cambio en medicina, pasando de un conocimiento teórico estático a un aprendizaje dinámico, basado en escenarios, que nos prepara para la realidad de la atención de urgencias. Las cosas siempre están evolucionando".
Créditos: Imagen suministrada;
En Portugal, bomberos y hospitales trabajan en estrecha coordinación. Tras recibir una llamada del 112, los bomberos llegan con una ambulancia. "Imaginemos que esa persona sufre una parada cardíaca. Los bomberos suelen ser los primeros en actuar. Al confirmar la ausencia de constantes vitales, comienzan inmediatamente una reanimación cardiopulmonar de alta calidad para mantener el flujo sanguíneo al cerebro y al corazón. La intervención inicial es fundamental: estabiliza al paciente y preserva la función de los órganos hasta que llega el equipo médico, normalmente compuesto por una enfermera y un médico, para iniciar el soporte vital avanzado. Sin este soporte vital básico rápido y continuo, las posibilidades de supervivencia y recuperación disminuyen considerablemente. Los bomberos no se limitan a esperar al equipo médico: mantienen activamente la vida en los momentos más cruciales."
Fuerza física
"Estar en buena forma es esencial para este trabajo. Hacemos ejercicio con regularidad, disponemos de instalaciones para ello y nos dan tiempo durante nuestros turnos para entrenar. Hacen mucho hincapié en mantenernos en buena forma física, para que podamos rendir bien y mantenernos a salvo".
En un campo que a menudo sigue estando dominado por los hombres, Kelly es la prueba viviente de que las mujeres pueden aportar no sólo fuerza física, sino también la resistencia emocional que requiere este exigente trabajo. Cuando se le pregunta si el trabajo es más exigente física o mentalmente, explica: "Físicamente, tu cuerpo se adapta. Llevar un traje de 20 kilos para incendios urbanos no es fácil, pero se convierte en rutina. Lo más difícil es la parte mental: pensar demasiado. Incluso después de terminar mi turno, no siempre puedo desconectar. Reproduzco situaciones en mi mente, preguntándome si tomé las decisiones correctas".
Un turno de día típico empieza a las 8 de la mañana, cuando el equipo se reúne para asignar las funciones diarias. Kelly suele formar pareja con un compañero. Si no hay una llamada de emergencia de inmediato, aprovechan el tiempo para preparar su vehículo y su equipo, asegurándose de que todo está a punto. Porque cuando entra esa llamada al 112, sólo tienen dos minutos para salir de la comisaría, sin retrasos ni segundas oportunidades. Es un trabajo que exige una preparación constante y compostura bajo presión. Sin embargo, a pesar de todo el caos, Kelly se mantiene tranquila y centrada. Y aunque este trabajo es muy exigente, Kelly apenas puede imaginarse haciendo otra cosa.
A pesar de sus exigentes turnos de 12 horas diarias y nocturnas, Kelly sigue dedicada a su hija pequeña, una niña dulce y aventurera que ya es una gran amante de los perros, igual que su madre.
Familia
La hija de Kelly está creciendo rápidamente y cada vez es más consciente del singular y exigente trabajo de su madre. Ha empezado a hacer el tipo de preguntas que afectan profundamente al corazón de un padre: "Mamá, ¿por qué tienes que trabajar de noche?".
Kelly siempre se toma su tiempo para explicarle con delicadeza lo que hace y por qué es importante. "Intento explicarle lo que hago y por qué lo hago. Tenemos que hacer lo que nos gusta, porque sólo cuando todas las áreas de nuestra vida están satisfechas podemos ser realmente felices."
A pesar de sus largos turnos y sus horarios impredecibles, Kelly tiene muy en cuenta el tiempo que pasa con su hija. "Siempre me aseguro de que se sienta querida y bien atendida cuando estoy con ella".