Cuando sale el sol y nos calzamos las sandalias, los pies quedan a la vista, lo que pone de relieve la rutina de cuidado de los pies que quizá no hayamos seguido en todo el invierno.

Desde el aumento de la sudoración y la exposición al sol hasta un mayor riesgo de infecciones fúngicas, tener un poco más de cuidado durante los meses más cálidos es de gran ayuda.

Por eso, podólogos y técnicos de uñas nos explican lo que hay que hacer para mantener los pies a raya este verano.

Por qué el cuidado de los pies es más importante con el calor

Durante el verano, nuestros pies nos acompañan en largos paseos, días de playa y planes improvisados. Toda esta actividad extra, combinada con el calzado abierto y la exposición a los elementos, puede dejarlos vulnerables.

"Cuidarse los pies es tan importante como cuidarse la cara o las manos", explica Molly Chilvers, podóloga interna de Footmender All in One. "Estamos todo el día de pie, así que son una de las partes de nuestro cuerpo que más utilizamos, y sin embargo suelen ser una de las más descuidadas".

Existe un riesgo elevado para la salud de los pies durante el verano. "Los pies más calurosos tienden a sudar e hincharse más, sobre todo al hacer deporte, lo que puede aumentar el riesgo de rozaduras y ampollas", dice Matthew Collison, podólogo de Pure Sports Medicine.

"Las quemaduras solares son un riesgo real para los pies, ya que a menudo la gente se olvida de aplicarse protector solar en los pies. Esto puede ser doloroso y aumenta significativamente el riesgo de cáncer de piel".

Cómo mantener a raya las uñas de los pies

Con la llegada del calor, los dedos de los pies suelen estar a la vista, por lo que es fundamental mantenerlos en buen estado. Para Chilvers, una higiene básica de las uñas ayuda mucho: "Asegúrate de cortarte bien las uñas con regularidad. Recuerda dejar un pequeño borde blanco libre y asegúrate de que las herramientas que utilizas están limpias y no las compartes con nadie".

Cortarse las uñas de los pies demasiado cortas puede provocar uñas encarnadas o infecciones, y compartir herramientas puede propagar más bacterias.

Incorporar la hidratación a tu rutina de uñas también es imprescindible. "Para las uñas quebradizas o descoloridas, la hidratación y la protección son fundamentales", afirma Angie Campbell, técnico jefe de Paint Nails London.

"Hidrata las uñas y la piel circundante con un buen aceite para cutículas: los aceites a base de jojoba o vitamina E son estupendos".

Créditos: PA;

Lo que las chanclas hacen realmente a tus pies

Una de las piezas más usadas de nuestro armario durante el verano son las humildes chanclas, pero ¿cuánto desgaste es demasiado?

"Las chanclas no son intrínsecamente malas", dice Campbell. "Pero no están diseñadas para dar largos paseos ni para el día a día. Si tienes que llevarlas, opta por versiones con suela contorneada y tiras más gruesas".

Chilvers señala que "muchas de nuestras opciones de calzado de verano tienen poco o ningún apoyo", lo que puede conducir a problemas como talones agrietados y fatiga del pie.

"Los dedos tienen que trabajar para mantener la chancla en su sitio, lo que puede provocar que los músculos y tendones del pie se fatiguen más rápidamente", explica Collison.

Para una mejor sujeción, recomienda sandalias con tiras ajustables.

Cómo combatir los hongos en los pies

Las condiciones cálidas y húmedas del verano son el caldo de cultivo perfecto para las infecciones fúngicas, como el pie de atleta y los hongos en las uñas de los pies. Afortunadamente, unos sencillos hábitos pueden mantenerlos a raya.

"La higiene personal es la mejor forma de prevenir las infecciones fúngicas", dice Chilvers. "Lávate los pies con agua tibia y jabón y asegúrate siempre de limpiarlos y secarlos correctamente, sobre todo entre los dedos".

Las revisiones diarias después de llevar zapatos o calcetines durante periodos prolongados pueden ayudar a evitar las infecciones. "Adoptar la rutina de revisarse los pies a diario y una buena higiene de los pies es probablemente la mejor forma de prevenir las infecciones fúngicas", dice Collison. "Rota tus zapatos y utiliza secadores de calzado para asegurarte de que no permanecen húmedos".

También es vital extremar las precauciones en los espacios públicos. "Nunca camines descalzo en duchas o vestuarios públicos", dice Campbell. "Un par de sandalias impermeables pueden salvarte de un desagradable caso de pie de atleta".

Cómo debe ser tu rutina diaria de cuidado de los pies

Una rutina regular y bien pensada es la mejor defensa contra los problemas de los pies en verano.

"Mírate los pies un par de veces a la semana. Si tienes diabetes, hazlo todos los días", dice Chilvers.

Tu rutina de cuidado de los pies debe incluir lavado, exfoliación e hidratación mediante baños de pies, limado y cremas.

"Por la mañana, limpia bien los pies y aplica una crema ligera y no grasa", dice Campbell.

"Por la noche, remoja los pies en agua tibia con sales de Epsom una o dos veces por semana, y luego exfolia suavemente las zonas secas con una piedra pómez. Aplica un bálsamo para pies más espeso o una crema reparadora de talones durante la noche".

Para mantener a raya las durezas, pasar un exfoliante químico por los talones o las zonas secas de los pies un par de veces a la semana también ayuda a mantener a raya las durezas y los callos.