Enviada a través de 150 millas de líneas comerciales de fibra óptica, incluidos tres centros de datos de telecomunicaciones en Fráncfort, Kehl y Kirchfeld, la demostración estableció una nueva distancia récord para la distribución cuántica práctica y en el mundo real.


Este logro sugiere que las comunicaciones cuánticas pueden lograrse en condiciones reales y sin gastar miles de millones en revolucionar la infraestructura de telecomunicaciones.