El recinto vallado del parque ha evolucionado hasta convertirse en un vibrante refugio para aves en peligro de extinción, proporcionando hábitats mucho más ricos que los campos de cultivo intensivo circundantes, con vegetación de pasto de ovejas y una actividad humana reducida.


Con una extensión de 164 hectáreas, el parque alberga de 21 a 47 parejas reproductoras por cada 10 hectáreas de media, un total de 178 puntos en su interior y alrededores.