El directivo destaca que el creciente número de inmigrantes que se instalan en el país ha generado nuevas necesidades de vivienda, creando oportunidades para el sector bancario. "Hay muchos inmigrantes creando vida en Portugal y la cuestión de la vivienda es central", afirma.

Maya afirma que el BCP ha visto un aumento de las operaciones vinculadas al crédito inmobiliario asociado a este fenómeno, destacando que el banco sigue aplicando criterios estrictos a la hora de conceder créditos, favoreciendo a los clientes con fuertes vínculos con el país. "Si la persona está aquí, si quiere establecerse, si tiene trabajo, al BCP hay que buscarlo", declaró al periódico, añadiendo que el banco sigue centrado en un enfoque de "banca relacional".

En cuanto al aval público destinado a facilitar el acceso de los jóvenes a la vivienda propia, Maya defiende su utilidad, especialmente para permitir la financiación del 100% en los casos en que los prestatarios no dispongan del habitual 10% de entrada. Sin embargo, afirma que si el banco pudiera financiar totalmente sin restricciones normativas, este aval sería innecesario. "No necesitaría la garantía para nada si fuera posible financiar el 100%", afirma.

El director general de BCP también sugiere que el instrumento de garantía pública debería someterse a una nueva evaluación, basada en su impacto real. "Si llegamos a la conclusión de que el número de casos en los que el Estado tuvo que aportar dinero fue muy pequeño, quizá sea la norma la que haya que revisar", subraya.

A pesar del contexto de incertidumbre económica, Miguel Maya se muestra optimista sobre la evolución del sector y cree que Portugal está mejor preparado para hacer frente a la adversidad, gracias a la solidez del sistema financiero y a la resiliencia de familias y empresas.