El objetivo es aumentar el consumo en verano e intentar frenar la desaceleración económica, una preocupación que sólo se ha reconocido, por ahora, en los pasillos del poder.
Un miembro del círculo íntimo del Ejecutivo, no identificado por el semanario, justifica la rápida entrada en vigor de la medida con el periodo vacacional y el inicio de las clases en septiembre, garantizando que no tiene "ninguna relación" con las elecciones municipales, previstas para otoño. Sin embargo, esta anticipación esconde el temor a que el crecimiento económico de este año se sitúe por debajo de las previsiones (2,4%), y fuentes del Gobierno admiten que este escenario es posible.
Durante el primer trimestre, según el Instituto Nacional de Estadística(INE), la economía registró una contracción del 0,5% respecto a los tres meses anteriores, una fuerte desaceleración frente al 1,4% registrado en el último trimestre de 2024 -con una reducción del consumo privado-. Si los datos hasta finales de este mes muestran una nueva contracción, el país entrará técnicamente en recesión.