"Amália in America - Beyond Fado", bajo la dirección musical del maestro Jan Wierzba, tendrá lugar en el Carnegie Hall de Nueva York y contará con el mismo programa que el espectáculo celebrado el año pasado en el Centro Cultural de Belém, en Lisboa.
El espectáculo recrea las actuaciones de Amália Rodrigues (1920-1999) en Estados Unidos, en las que, además de fado, incluía canciones tradicionales portuguesas, marchas y temas del "Great American Songbook".
"Amália desempeñó un papel crucial en la consagración del fado en la cultura portuguesa y en su universalidad. Es un verdadero símbolo de nuestra música tradicional y éste es un justo homenaje al legado que nos deja", declaró el musicólogo Rui Vieira Nery a Lusa el año pasado.
Amalia comenzó a actuar en Estados Unidos en 1952, en el club nocturno La Vie en Rose de Nueva York, que también contaba entre sus artistas con Edith Piaf y Marlene Dietrich. Las actuaciones de Amália en América continuaron en el Hollywood Bowl, el Lincoln Center, el Carnegie Hall y en televisión.
En 1966, actuó como solista en conciertos sinfónicos con las orquestas filarmónicas de Nueva York y Los Ángeles, interpretando canciones tradicionales portuguesas y fado, y "recibiendo grandes elogios", dijo Vieira Nery.
El año pasado, en un comunicado, el presidente del consejo de administración del Organismo de Produção Artística (Opart), que supervisa la OSP, afirmó que "se trata de un proyecto ambicioso, que reúne a varias instituciones de primer orden, y que se construye sobre los cimientos de uno de los principales nombres de la cultura portuguesa del siglo XX".
"El notable legado de Amália Rodrigues se refuerza y renueva en nuestro tiempo, a través de la recreación de arreglos orquestales que permitirán a la OSP, embajadora también de nuestra identidad cultural, erigirse en interlocutora en esta confluencia entre el fado, la música clásica y los clásicos de Broadway", afirmó Conceição Amaral, presidenta de Opart.
Refiriéndose al espectáculo de Nueva York, la organización afirma que "más que un homenaje a la diva del fado, es un acto de internacionalización de la cultura portuguesa, con Amália Rodrigues como su mayor embajadora."