La devolución tuvo lugar a bordo del NRP Sagitário de la Marina portuguesa, a unas 12 millas náuticas de la costa de Portimão, fuera de la zona de mayor esfuerzo pesquero.

Wave fue entregada el pasado mes de mayo por la RALVT -Red de Varamientos de la Región de Lisboa y Valle del Tajo- al cuidado de Porto d'Abrigo de Zoomarine. Llegó allí con síntomas asociados a la ingestión de plástico, lo que refuerza la concienciación sobre el impacto real y directo de la contaminación marina en la fauna salvaje.

De los 9,8 kg y 39 cm de longitud de caparazón registrados a su llegada a Porto d'Abrigo, Wave se recuperó hasta los 11,6 kg y 41,9 cm, presentando todas las condiciones clínicas y de comportamiento para volver al mar.

El pasado viernes, el Porto d'Abrigo de Zoomarine devolvió al océano otra tortuga boba (Caretta caretta) tras dos meses de cuidados intensivos y rehabilitación. La operación tuvo lugar a bordo del NRP Sagitário de la Marina portuguesa, bajo el mando de la Teniente Primero Mira Pinhão, que partió del Punto de Apoyo Naval de Portimão.

La protagonista de este regreso fue Wave, una tortuga juvenil rescatada el 14 de mayo de 2025 por unos lugareños que contactaron rápidamente con RALVT - la Red de Varamientos de la Región de Lisboa y Valle del Tajo, que a su vez la puso al cuidado del Porto D'Abrigo de Zoomarine.

Wave llegó con problemas de flotabilidad y deshidratación, síntomas que las evaluaciones clínicas relacionaron con la ingestión de plásticos, una de las mayores amenazas para la vida marina. Durante su rehabilitación, excretó varios fragmentos de plástico, lo que demuestra claramente el impacto de la contaminación marina en los ecosistemas oceánicos.

En sus primeras 24 horas, recibió oxigenoterapia para prevenir el síndrome de descompresión. A pesar de permanecer anormalmente flotante durante los primeros días, mostró un gran apetito y reanudó gradualmente las inmersiones y la alimentación en el fondo de la piscina de recuperación.

Desde un peso inicial de 9,8 kg y una longitud de caparazón de 39 cm a su llegada a Porto d'Abrigo, Wave se recuperó hasta los 11,6 kg y 41,9 cm. Finalmente, cumplió todos los criterios clínicos y de comportamiento para un regreso seguro al mar.

El retorno tuvo lugar aproximadamente a 12 millas náuticas de la costa de Portimão, fuera de la zona de mayor esfuerzo pesquero, minimizando los riesgos para la tortuga. Para permitir su futura identificación, la tortuga llevaba anillas en las aletas delanteras y un microchip, lo que garantizaba su identificación incluso después de que las anillas se perdieran debido al crecimiento o a la erosión del agua salada.

La operación contó con el apoyo de la Marina portuguesa y el ICNF - Instituto para la Conservación de la Naturaleza y los Bosques, entidades cruciales en la misión de conservación marina del Zoomarine.

Este regreso refuerza el compromiso permanente de Zoomarine con la conservación de la biodiversidad marina, siendo Porto d'Abrigo el primer centro de rehabilitación de especies marinas de Portugal, creado en 2002.