El país ya ha abierto cinco parques nacionales, con un total de 57 millones de acres que abarcan cumbres alpinas, selvas tropicales, glaciares remotos, vastos desiertos y humedales de gran altitud.
Según el gobierno chino, estos parques también preservan el patrimonio cultural, impulsan las economías locales y atraen a turistas para que conozcan los diversos paisajes del país.