En un comunicado, la empresa de transporte público que opera en Lisboa explicó que la medida comenzó en septiembre del año pasado, en colaboración con la Policía Municipal, con el fin de "mejorar la circulación de autobuses y tranvías en la ciudad de Lisboa y aumentar su velocidad comercial".
Según la empresa, se implementó un "conjunto de medidas", destacando la inspección del uso indebido de paradas y carriles bus.
Según Carris, "la concienciación de los conductores" fue el objetivo inicial del proyecto, de forma que el mayor número de infracciones se saldó con apercibimientos, con un total de 1.591 apercibimientos, 1.441 multas y 28 casos de grúas activadas.
Para la empresa, el servicio de inspección en las paradas y en los carriles bus es una de las "etapas del plan para liberar cada vez más las vías de circulación dedicadas al transporte público, contribuyendo así a mejorar la circulación de autobuses y tranvías y la movilidad en la ciudad de Lisboa".
Teniendo en cuenta que la mejora del servicio de transporte público es una prioridad para la ciudad, según Carris, está previsto que la ampliación de este servicio se lleve a cabo mediante acciones conjuntas con EMEL y, en una fase posterior, con los agentes de Carris.
En la actualidad, las sanciones contra los infractores son aplicadas por las fuerzas de seguridad, explicó la empresa, pero pronto "comenzarán las inspecciones con agentes de Carris".
La empresa también reveló que, junto con el Ayuntamiento de Lisboa, Carris también está llevando a cabo un conjunto de otras acciones, a saber, "la creación de nuevos carriles bus y la implantación de la prioridad semafórica en los cruces más importantes".
Además de estas actividades, como parte de la participación de Carris en el proyecto europeo UPPER, la empresa también está probando el uso de cámaras en sus vehículos, "para detectar automáticamente las infracciones de tráfico que afectan a la circulación de autobuses y tranvías".
Carris está gestionada por el Ayuntamiento de Lisboa desde 2017.