Según datos de Infarmed revelados por Jornal de Notícias (JN), los costes de estos medicamentos se dispararon entre 2019 y el año pasado. En 2024, estos medicamentos - dispensados en farmacias y con reembolso - costarán más de 417 millones de euros.
Algunos de estos fármacos se han visto envueltos en polémica, ya que también se utilizan para perder peso, lo que provocó un aumento de la demanda que hizo que los pacientes diabéticos denunciaran varios desabastecimientos en las farmacias.
Preguntada por el aumento del gasto del SNS en estos medicamentos, la ministra señaló que es imprescindible retomar "algo que se ha dejado de hacer en los últimos años", que son las guías clínicas, que consideró que han sido "secundarias" en los últimos años.
"La forma de garantizar que cada persona, en el ámbito de la diabetes o en cualquier otro ámbito, (...) tenga la medicación que necesita para su patología es tener guías clínicas", dijo, recordando que éstas no son vinculantes: "El médico tiene libertad para prescribir, pero son auditables", dijo.
La ministra dijo que así es posible garantizar la equidad en el tratamiento, "no sólo en términos de acceso sino también de calidad".
"En 2012, 2013, 2014 e incluso 2015, trabajamos mucho en las guías clínicas. Y luego, con el tiempo, pasaron a ser, no diré inexistentes, porque existen, pero sí secundarias", añadió.
El ministro también destacó la creación de una Comisión Nacional de Guías Clínicas, que reúne a especialistas en diversas áreas y ayuda a garantizar que los recursos públicos no se utilicen de forma inadecuada.
"No es una situación de restricción, es una situación de personalización del tratamiento que cada paciente necesita. Y la diabetes es una de las cinco patologías que estarán sobre la mesa en estas primeras guías clínicas", dijo.