El equipo utilizó técnicas avanzadas de obtención de imágenes para determinar que la carta estelar data aproximadamente del año 355 a.C., es decir, más de dos siglos antes de lo que se creía.

Este estudio ilustra la gran importancia política de los mapas celestes, ya que las estrellas del cielo cambian con el tiempo, lo que pone de manifiesto la naturaleza siempre cambiante de nuestro universo y de cómo lo percibimos.