Para muchas mujeres a partir de los 40, la reinvención no es una moda. Es supervivencia. Empieza sin hacer ruido: cuando se cierra la puerta de la empresa, cuando los hijos se van de casa, después del agotamiento, el traslado o, simplemente, al darse cuenta de que la vida debe cambiar. En esa encrucijada, la tecnología puede parecer un idioma extranjero, y la planificación financiera, un laberinto abrumador.
En este artículo, hablo con Veronica Mihai -ex gestora de fondos de cobertura, emprendedora de blockchain y líder de la comunidad WIN Portugal- para analizar cómo la tecnología y la inversión inteligente se están convirtiendo en herramientas inesperadas pero poderosas para las mujeres que atraviesan la transición a la mediana edad. Su viaje arroja luz sobre un movimiento creciente: las mujeres reclaman su agencia y redefinen el éxito en sus propios términos.
Verónica conoce bien el terreno. Fundadora de un fondo de cobertura en el Reino Unido, pasó años en las finanzas tradicionales antes de sumergirse en el mundo de la cadena de bloques y la inteligencia artificial. Pero a lo largo de ese camino, vio un patrón persistente y preocupante: mujeres brillantes y experimentadas que quedaban fuera de las conversaciones que podrían asegurar su futuro.
"He visto a mujeres con ideas increíbles rechazadas por los inversores simplemente porque no tenían un cofundador masculino", dice. "Ese tipo de rechazo silencioso está en todas partes".
Las estadísticas la respaldan. En 2023, las startups fundadas por mujeres solo recibieron el 2,1% de la financiación mundial de capital riesgo, según Harvard Business Review. E incluso cuando las empresas dirigidas por mujeres obtienen buenos resultados, es menos probable que consigan financiación posterior. El problema no son los méritos, sino el acceso, la percepción y los prejuicios.
En lugar de intentar arreglar un sistema roto, Verónica construyó algo nuevo.
Ahora dirige talleres digitales y programas en línea para mujeres de más de 40 años que empiezan de nuevo, a menudo tras décadas en otros sectores. Estas mujeres no persiguen valoraciones de unicornio ni se afanan por multiplicar por 10 su crecimiento. Lo que quieren es algo más arraigado: claridad, autonomía y una vida que por fin encaje.
La mayoría también está afrontando cambios importantes en su vida: un nuevo país, un nuevo idioma o las turbulencias emocionales de un nido vacío o una transición tras un divorcio. En un momento en que muchos se sienten invisibles, Verónica les ayuda a volver a ser visibles.
"No se trata de ampliar un negocio para venderlo", dice. "Se trata de construir una vida que funcione".
Su enfoque combina la educación financiera con la confianza digital. Un día está guiando a una mujer a través de su primera inversión en criptomoneda; al siguiente, está ayudando a automatizar los flujos de correo electrónico para un negocio de coaching. Pero siempre se centra en lo mismo: herramientas prácticas, desmitificadas.
Porque esta es la verdad: la tecnología y las finanzas siguen siendo industrias en las que las mujeres mayores a menudo se sienten como extrañas. La brecha de género en la inversión es real. También lo es la silenciosa discriminación por razón de edad en el mundo de las startups. Se espera que las mujeres aprendan en silencio, hagan menos preguntas y asuman menos riesgos.
"Lo que veo una y otra vez son dudas basadas en la idea de que es demasiado tarde", dice Veronica. "Pero nunca es demasiado tarde. Tienes que hacerte un hueco en la mesa, a cualquier edad y en cualquier etapa".
Su propio salto de las finanzas de alto nivel al blockchain no fue sencillo. Supuso enfrentarse al miedo a la irrelevancia y redescubrir la identidad más allá de un título de alto cargo. Pero eligió este espacio intencionadamente, no porque estuviera de moda, sino porque podía ofrecer nuevos modelos, nuevos sistemas y nuevas libertades.
Sus alumnos proceden de toda Europa y más allá, unidos por el deseo de ser autosuficientes y estar preparados para el futuro. Lo que encuentran en sus sesiones no es jerga ni exageración, sino un espacio seguro para hacer preguntas, experimentar y empezar de nuevo.
A nivel local, también participa activamente en la Red de Mujeres del Algarve, donde dirige sesiones presenciales sobre IA y herramientas digitales. Uno de sus talleres más esperados, La fórmula de la libertad: Herramientas tecnológicas que te devuelven tu tiempo, ayuda a las mujeres a simplificar sus flujos de trabajo y recuperar sus días.
Y aunque Veronica enseña sobre Bitcoin y blockchain, se apresura a señalar que no se trata de vender un sueño. "No hay discurso. No se prometen beneficios. Sólo la creencia de que las herramientas digitales, cuando se usan sabiamente, pueden ofrecer una independencia real".
De cara al futuro, planea aumentar su oferta en línea y ampliar su plataforma comunitaria. Pero la misión sigue siendo la misma: capacitar a las mujeres para que se sientan capaces, no rezagadas. Invertidas, no dependientes. En control, no confundidas.
A cualquier mujer que se pregunte si ha perdido su oportunidad, Veronica le ofrece este recordatorio:
"No eres demasiado mayor, ni demasiado tarde. Sólo necesitas a alguien que te muestre por dónde empezar, y que te recuerde que perteneces a ese lugar".